Siempre fue al contrario y no lo digo por la forma de jugar. El R. Madrid tiraba de cantera y de 4 fichajes foráneos y el Barcelona gastaba su chequera y la del socio en fichajes multimillonarios, que no solo no le daban los ansiados títulos ni la supremacía en la liga, sino que año tras año... petardazo.
Maradona, Simonsen, el propio Cruiff (de jugador), Lineker; el elenco de estrellas es impresionante. Incluso Diego Maradona y Johan Cruiff, pasaron con más pena que gloria por el club; ahí es nada!!
Pero en la última década, ha cristalizado lo que ya se venía gestando con anterioridad: se invierten los polos. Un R. Madrid con una chequera pletórica que arrasa con cualquier megaestrella viviente y Un F.C. Barcelona que trabaja en casa el futuro más inmediato. Así pues el panorama es claro.
En cuanto a juego: es obvio que mientras el guión del Barcelona es tan simple como insultante, el R. Madrid es un equipo plagado de grandísimos jugadores pero que realiza un fútbol explosivo, propio de esa calidad que atesoran.
Cuando uno y otro se enfrentan, vemos que las distancias en la concepción del juego son considerables. No es que haya una superioridad abrumadora del Barcelona, no. Salvo peras mentales de algún que otro enfrentamiento sufridas por los jugadores blancos, el resto de compromisos ha sido ciertamente igualado. Pero claro, si nos paramos a considerar un estilo y otro...pues eso: la bella y la bestia.
Mientras que los azulgrana, con variantes tácticas de Guardiola muy meritorias, le mojan la oreja el 90% de las veces, los merengues parecen los esforzados mineros en comparación con unos canteros de catedrales.
Esta es la cruda realidad por más que la prensa madrileña (al servicio del césar Floren) se empeñe en lo contrario.
Cuando recuerdo a gente como Pirri, Santillana, Camacho, Del Bosque, Sanchís, Gallego, Martín-Vázquez, Butragueño, Raúl... tengo claro que la historia se ha invertido.
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