domingo, 11 de diciembre de 2011

EL BARCELONA SE MARCHO A JAPON; En Japón se enfrentarán dos delanteros estrella, Leo Messi y Neymar. El Barcelona pretende al brasileño y aquí se verán sus credenciales ante el mejor. Es el duelo que nunca se dio entre Maradona y Pelé.



En Japón se enfrentarán dos delanteros estrella, Leo Messi y Neymar. El Barcelona pretende al brasileño y aquí se verán sus credenciales ante el mejor. Es el duelo que nunca se dio entre Maradona y Pelé.Es el mundial de clubes más esperado.


El delantero argentino del Barcelona Messi llega como rey absoluto del fútbol, mientras que la joven perla del Santos brasileño es por ahora uno más entre sus príncipes herederos.

No es el único que juega a ser Dios. En las fintas de Neymar, en esa magia encapsulada en un cuerpo diminuto capaz de engañar a un rival sin ni siquiera rozar el balón, a veces es fácil reencontrarse con la fantasía de O'Rei Pelé, incluso en la alegría de un país emergente que uno nunca abandonó y el otro se resiste a dejar.


Pese a ser el último diamante en bruto en disputa entre Barça y Madrid, Neymar da Silva (Mogi das Cruzes, Sao Paulo, 1992) de momento y hasta 2015 tratará de llevar al Santos brasileño a la gloria mundial, como hiciera Pelé en los años 70. Aunque a sus 19 años parezca estar más pendiente de menear la cadera al ritmo de la música, este delantero dicharachero y escuálido, de cresta inverosímil, empieza a sentir el peso de un país sobre sus hombros. Este año ha llevado al Santos ha ganar de nuevo una Copa Libertadores tras casi medio siglo de sequía en la máxima competición continental, y Brasil ya lo acuna como la esperanza para recuperar su lugar merecido en el Mundial que acogerán en 2014.


Por todo ello, la próxima cita en Japón ofrecerá la posibilidad de evaluar al sucesor de Pelé o de equiparar la figura de Leo respecto a Diego. Algo que no ha pasado desapercibido entre sus predecesores, que poco han tardado en traspasar sus irreconciliables rencillas a ese esperado lance entre sus respectivos ahijados. "Neymar es mejor que Messi", ha apuntado Pelé en los últimos días, una osada afirmación que Maradona ha replicado con su ironía habitual: "Pelé ha debido tomarse la medicina equivocada. Neymar es bueno, pero nunca sería capaz de igualar a Messi".


En todo caso, si bien en el césped parecen calcos de aquellos genios, fuera de él rehuyen de tales guerras dialécticas. "Me siento halagado por las palabras de Pelé, pero no existe nadie igual a Messi. Es el mejor del mundo", ha dicho Neymar. El príncipe se rinde al rey. En unos días, tratará de derrocarlo, bajo la atenta mirada de sus equipos. De sus países. De los dioses del fútbol.

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